Pueblos con más encanto en Málaga


Ronda. Ernest Hemingway no sólo se enamoró de Pamplona, sino también de Ronda. Aunque no fue el único. Orson Welles, Federico García Lorca y otros artistas y escritores también cayeron rendidos a sus encantos. No en vano está reconocido como Conjunto Histórico-Artístico y es, junto a la capital, uno de los lugares más importantes de Málaga. No te olvides de ver el Puente Nuevo, el Palacio del Rey Moro o los Baños Árabes. Estos últimos son los mejor conservados en España.


Genalguacil. Muy cerca de Ronda y a menos de una hora de las playas de Estepona, encontrarás este precioso y característico pueblo andaluz. Prueba de ello son sus calles inclinadas y encaladas. Es el punto de partida ideal para numerosas rutas de senderismo por la zona. Aunque te recomendamos dar un paseo por este “pueblo museo” que integra distintas obras en su paisaje. ¡Observa los pequeños detalles!


Nerja. Este municipio es conocido por sus famosas y bellísimas cuevas de 42.000 años de antigüedad, así como por su Balcón de Europa. Desde este mirador, podrás contemplar unas vistas espectaculares del mar Mediterráneo. No dejes de pasear por alguna de sus 16 playas, como las de Calahonda y El Salón.


Antequera. Es otro de esos pueblos con más encanto en Málaga. Visita su plaza de toros (muy similar a la de Sevilla), el Arco de los Gigantes y la Alcazaba. Por la plaza del Coso Viejo hallarás el museo de la ciudad, lo que queda de unas termas romanas y dos monasterios. Por último, no dejes de ver los tres monumentos megalíticos: el dolmen de Menga, el dolmen de Viera y el dolmen de El Romeral.


Frigiliana. Caminar por sus sinuosas y estrechas calles, algunas de ellas escalonadas, es toda una experiencia. Es fruto de la herencia morisca que puede apreciarse en su casco histórico. Este último fue declarado Conjunto Histórico Artístico en 2014. Merece la pena visitar el Museo Arqueológico de la Axarquía. En él se guardan 125 piezas, que van desde el neolítico hasta el siglo XVI. Todas ellas han sido encontradas por los alrededores de la localidad.


Mijas. Muy cerca de la capital malagueña está este municipio que, a su vez, se divide en tres núcleos urbanos: el típico pueblo blanco malagueño (Mijas pueblo), la zona industrial y comercial (Mijas Costa) y la parte costera (La Cala). Aquí merece la pena pasear por la plaza de la Constitución, la plaza de toros, la iglesia de la Inmaculada Concepción y la ermita de la Virgen de la Peña (icono de la localidad). Cerca de las murallas, párate en el mirador del Compás a contemplar el Mediterráneo. Echa un vistazo a la recreación de un molino de harina y al Carromato de Mijas. Este último es, quizás, uno de los rincones más curiosos, se trata de una colección de miniaturas de más de 50 países. Y no olvides ir a las cuevas de la Antigua Fragua, ¡te sorprenderán estas curiosas viviendas! Por último, para los instagramers es obligatoria la foto en la calle de San Sebastián, una cuesta flanqueada por fachadas blancas con macetas azules.


Álora. Ya en el interior de Málaga, esta localidad destaca no solo por las típicas casas blancas de la zona, sino por estar cerca del conocido El Caminito del Rey. Los amantes de los deportes de aventura encuentran el lugar ideal en el Desfiladero de los Gaitanes para practicar barranquismo o puenting. Aunque si prefieres algo más tranquilo, puedes hacer senderismo o rutas en bicicleta. No dejes de visitar los monumentos de este municipio, como el Castillo Árabe de Álora, el convento de la Virgen de las Flores o la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación.


Estos son solo algunos de los pueblos con más encanto en Málaga, hay muchos más que vale la pena descubrir. Ahora solo te falta elegir tu mejor base de operaciones para conocer la provincia. ¿Qué mejor que el Hotel Mainake?